El Grito

Una de las obras más características del pintor expresionista noruego, Edvard Munch, cuyos temas favoritos fueron el amor, la enfermedad y la muerte. El Grito, pintado en 1893, refleja la profunda soledad, la ansiedad y la angustia del hombre moderno ante su propia existencia. La composición presenta una extraña perspectiva de un puente que se adentra en un paisaje dominado por líneas ondulantes en el cielo, el mar y la tierra. En primer término, una figura humana grita despavorida, llevándose las manos a la cabeza; su boca se abre desmesuradamente, los ojos parecen salirse de las órbitas, el cuerpo se agita convulso. Al fondo, dos figuras alargadas aparecen avanzar por el puente lenta y amenazadoramente, como surgidas de una pesadilla kafkiana. El rostro aterrado del hombre está pintado del color amarillento de las calaveras. Las líneas ondulantes, opresoras, de las nueves presentan tonalidades rojizas y verde amarillentas; todos los elementos del cuadro expresan y subrayan la desesperación y la angustia del hombre que grita.

El propio autor dijo de esta obra: “una tarde caminaba por un paseo, la ciudad quedaba a un lado y al fondo se veía el fiordo; me sentía cansado y enfermo. Me detuve y miré a lo lejos; el sol se acercaba al ocaso y las nubes adquirían tonalidades rojo sangre. Sentí como si un gran grito surgiese de la naturaleza, así pinté este cuadro, pinté las nubes como si fuesen verdadera sangre, hasta el color gritaba de dolor. Así se realizó El Grito” (Diario, Saint Cloud, 1899)

Bibliografía:

“La Enciclopedia”
Salvat Editores, S.A. 2004
Impreso en Colombia por Printer Colombiana, S.A.
Tomo 9
[Si, aunque no lo crean, no lo busqué en Internet, lo busqué en una enciclopedia tradicional (libros de pasta dura y hojas)]